Segunda sesión
En esta ocasión retomamos la práctica de conexión grupal y calentamiento
asistiéndonos de recursos sonoros. Desde
música hasta sonidos aleatorios movilizaron y ambientaron nuestra fase inicial.
Discutimos el efecto de la música en sincronización al movimiento,
reflexionamos sobre las distintas prácticas sobre las cuales dicha complicidad
existe. Para adentrarnos en la idea de domesticidad encarnada en el cuerpo
‘consciente’ buscamos objetos en la casa que simbolizaran la idea de lo
doméstico.
Jaime escogió un polvo compacto y una
almohada.
Olga escogió una escoba y un jabón.
Valeria escogió un paleta de pintura y
una pipa.
Cada uno realizó improvisaciones donde el
objeto se manipulara de manera inesperado. Identificamos una acción y una consecuencia que realizar con el
objeto.
¿Que movimiento deriva o queda de esa
relación? ¿Es posible emular la sensación sin el objeto?
Esta consigna es una extracción y
adaptación a un ejercicio impartido por Androniki Marathaki en mi pasada
experiencia del Kinitiras choreolab.
En esta ocasión los talleristas exploran
la manipulación y memoria corporal a partir de un contexto ‘doméstico’.
Las exploraciones parecían juegos, o
ritos.
Me hace pensar si estos estados son
semejantes o extremos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario